Aranciera (El Jardín de los Naranjos)
El Jardín de los Naranjos de Villa Borghese, ahora sede del Museo Carlo Bilotti, tiene una historia secular y de gran interés, debido a las numerosas transformaciones de este edificio que han modificaron de manera sustancial tanto su composición como sus funciones.
La intervención llevada a cabo para transformar el invernadero en museo ha permitido recuperar lo que todavía quedaba de la estructura original, recuperando algunos ambientes ocultos desde hacía mucho tiempo, y ofreciendo la posibilidad de una reconstrucción completa, por primera vez, de la historia del edificio.
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Ya presente en el área antes de la realización de villa Borghese por parte del cardenal Escipión (1576-1633), como residencia prestigiosa de la noble familia de los Ceuli, el edificio conoció sus mayores fastos en el último cuarto del siglo XVII con Marconatonio IV Borghese (1730-1800).
Éste, dentro de las considerables transformaciones emprendidas en la villa, ordenó ampliar el edificio, y decorarlo de nuevo recurriendo a un amplio abanico de artistas famosos para convertirlo en el corazón del nuevo aspecto del área, caracterizada por la presencia del espectacular Jardín del Lago. También se modificó la denominación y pasó a llamarse Casino de los Juegos de Agua para destacar su función lúdica, sede de eventos y de fiestas mundanas ampliamente celebradas en las crónicas del tiempo.
Se trataba de un periodo glorioso, aunque breve a causa de los cañonazos padecidos durante la batalla que condujo a la caída de la República Romana en 1849. Reducido a ruinas y reconstruido muy libremente sin rastro alguno del riquísimo aparato ornamental, el edificio fue convertido en invernadero de naranjos. En 1903, en la época del paso de villa Borghese a manos del Ayuntamiento de Roma, se convirtió en un edificio de oficinas y viviendas; albergó un instituto religioso y, desde el 1982, parte de las oficinas municipales.